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Hay momentos en la vida de un hombre (refiriéndome con este término al género humano), en que debe tomar una postura. Si bien en la vida no es todo blanco y negro, porque el mundo está plagado de grises; uno debe accionar. Pero hay personas, que optan por no elegir uno de los dos lados del tablero y prefieren ser meros observadores de la partida. Estos son los famosos “NI”. 

Esta particular agrupación de personas; no responden a ninguna etnia o religión, ni siquiera partido político o ideología; es una simple característica que engloba a esas personas que: por ignorancia u oportunismo dejan que las ambiciones de poder y ansias de riquezas de algunos, aumenten sin importar las consecuencias que dejen a la sociedad en su conjunto. Pues solo les importa preservar lo suyo, englobándose en una burbuja de egoísmo.


De ahí viene ese discurso tan maravilloso de Martin Niemoller, por su oposición a los nazis. Este es un claro ejemplo de lo que ocurre cuando no tomamos participación  en la vida. Al no movernos por estar cómodos en nuestra ignorancia, estamos cediendo nuestro poder al más fuerte.

 

De ahí es donde me paro para dividirlos en dos subgrupos de “Ni”:

La Oportuna Ignorancia de los "Ni"

 

  • Los Ni-indoctos: integrados por personas que se sumergen en la comodidad de su vida cotidiana y creen un mundo limitado e inmune a los efectos o daños colaterales. Un claro ejemplo se ve hoy en la sociedad argentina. En encuestas realizadas sobre las próximas elecciones, alrededor del 75% de los encuestados respondieron ser indiferentes a la misma. Quizás sean consecuencia de ser una nación joven, en donde la mayoría provienen de familias inmigrantes, o los famosos latiguillos tales como el “no te metas”, “todos los gobiernos roban”, o el más escuchado en estos tiempos “roban pero hacen”.

 

  • Los Ni-especuladores: son personas que no intervienen, conociendo ya lo que ocurre, 
     

pero se les es más fácil mirar para otro lado. Son prudentes y analizan la jugada esperando el momento justo para poder obtener mayor beneficio. La frase que mejor los representa seria esa de que cualquier colectivo los deja bien.

 

He escuchado a empresarios que defendiendo sus negocios han dicho frases como esta: “como dicen mar a dentro; no importa en qué dirección sople en viento, mientras que el velero siga andando”.

 

Tanto los indoctos como especuladores asemejan sus comportamientos al de la tribu de los Oompa Loompa, quienes están bajo el mando del magnate Willy Wonka, al no poder sobrevivir por propios meritos, obedecen y no  







objetan su voluntad para poder así obtener su porción diaria de granos de cacao, que en un contexto anterior de  plena libertad, se les dificultaba conseguir dicho manjar.

 

Es peor el cómplice silencioso que el déspota dictador. Pues la ausencia de esas voces termina siendo los amplificadores de toda violación a la libertad. Hitler no sería lo que ha  sido si Alemania hubiese actuado. Los “Ni” permitieron la dominación de Europa, las cámaras de gases, las guerrillas latinoamericanas y sus respectivas dictaduras.


La omisión es la mayor responsable de todas las tragedias históricas. Es por esto que Solon impone en la reforma griega, una norma que castiga con la misma pena para quien atente contra las instituciones como aquellos que no expresan opinión

 

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